La Pechuga de Pollo a la Parmesana es un clásico de la cocina italiana que combina sabores reconfortantes con una textura crujiente y un toque de queso derretido. Esta receta es perfecta para una cena familiar o una ocasión especial, ya que es fácil de preparar y siempre es un éxito entre los comensales.
Ingredientes:
- 4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
- Sal y pimienta al gusto
- 1 taza de pan rallado
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de orégano seco
- 2 huevos batidos
- Aceite de oliva
- Salsa marinara
- Queso mozzarella rallado
- Hojas de albahaca fresca para decorar
Preparación:
- Precalienta el horno a 200°C (400°F) y engrasa ligeramente una bandeja para hornear.
- Salpimienta las pechugas de pollo por ambos lados y reserva.
- En un plato hondo, mezcla el pan rallado, el queso parmesano, el ajo en polvo y el orégano.
- Pasa cada pechuga de pollo por el huevo batido y luego por la mezcla de pan rallado, asegurándote de cubrirlas completamente.
- Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Cocina las pechugas de pollo empanizadas durante unos 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes.
- Transfiere las pechugas de pollo a la bandeja para hornear preparada y cubre cada una con una generosa porción de salsa marinara y queso mozzarella rallado.
- Hornea en el horno precalentado durante unos 15-20 minutos, o hasta que el queso esté burbujeante y dorado.
- Retira del horno y deja reposar unos minutos antes de servir. Decora con hojas de albahaca fresca antes de servir.
La Pechuga de Pollo a la Parmesana es una opción deliciosa y reconfortante que seguramente será un éxito en tu mesa. Con su crujiente empanizado, su salsa marinara y su capa de queso derretido, este plato es una verdadera celebración de sabores italianos. ¡Disfruta cada bocado y comparte este delicioso manjar con tus seres queridos!