Los Beneficios Para la Salud del Lomo de Atún

El atún es uno de los pescados más populares del mundo, y por una buena razón. Además de ser delicioso, el atún es una fuente importante de nutrientes esenciales, especialmente cuando se trata de su lomo. El lomo de atún es una de las partes más valoradas del pescado, no solo por su sabor, sino también por sus beneficios para la salud.

En este artículo, exploraremos los numerosos beneficios para la salud del lomo de atún, desde su alto contenido de proteínas y ácidos grasos omega-3 hasta sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades del corazón.

El lomo de atún es una fuente importante de proteínas de alta calidad, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Las proteínas son esenciales para la construcción y reparación de tejidos, y son especialmente importantes para el crecimiento y el desarrollo en los niños y adolescentes.

Una porción de 100 gramos de lomo de atún contiene aproximadamente 25 gramos de proteína. En comparación, una porción de 100 gramos de carne de res contiene aproximadamente 26 gramos de proteína, pero también es rica en grasas saturadas y colesterol, mientras que el lomo de atún es bajo en grasas saturadas y colesterol.

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El lomo de atún es una de las mejores fuentes de ácidos grasos omega-3, que son esenciales para nuestra salud. Los ácidos grasos omega-3 son importantes para la función cerebral, la salud ocular, la salud del corazón y la salud de las articulaciones, entre otras cosas.

El lomo de atún contiene dos tipos de ácidos grasos omega-3: ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Estos ácidos grasos son especialmente importantes para la salud del corazón, ya que ayudan a reducir los niveles de triglicéridos en la sangre, disminuyen la presión arterial y reducen la inflamación.

Una porción de 100 gramos de lomo de atún contiene aproximadamente 1,5 gramos de ácidos grasos omega-3. Se recomienda que los adultos consuman al menos dos porciones de pescado por semana para obtener suficientes ácidos grasos omega-3.